En la ‘lectio magistralis’”, en ocasión de apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia, el Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaria de Estado del Vaticano, reflexiona sobre la justicia eclesiástica en la misión esencial del anuncio del Evangelio haciendo énfasis en el pontificado del Papa Francisco, tanto a nivel magisterial como legislativo.
Fuente: Vatican News
“El anuncio del Evangelio sigue siendo la dirección central que el Santo Padre quiere que sea su legado para la Iglesia de hoy”. Bajo esta óptica, el Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaria de Estado del Vaticano, el arzobispo Edgard Peña Parra, pronunció, este mediodía, la lectio magistralis de apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Valencia (España). El acto presidido por el arzobispo emérito, cardenal Antonio Cañizares en el Salón del Trono de la Capitanía General de Valencia con la participación del Nuncio Apostólico en España, el arzobispo Bernardito Auza abrió con los saludos a las autoridades eclesiásticas y judiciales, así como la lectura de la Memoria del Año 2021.
Aperturas del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia en el Salón del Trono de la Capitanía General
Comunión, misión y sinodalidad
“La administración de la justicia eclesiástica al servicio del anuncio del Evangelio. Una lectura a la luz del magisterio del Papa Francisco”, tema escogido por monseñor Peña Parra, plantea en principio los tres conceptos recurrentes en el magisterio del Pontífice: comunión, misión y sinodalidad, que subrayan la importancia de la dimensión pastoral también en el ámbito jurídico.
“Si el anuncio del Evangelio es la tarea primera de la Iglesia, y la comunión de los fieles es el modo de expresar su naturaleza esencial, la sinodalidad representa la ‘modalidad’ a través de la cual la comunidad cristiana debe realizar el anuncio del Evangelio”, explicó monseñor Parra, antes de introducir la dimensión pastoral del derecho canónico y su aplicación en el ámbito eclesial.
Los primeros cristianos y la cultura jurídica
Desde los primeros siglos, las comunidades cristianas tuvieron que recurrir a la cultura jurídica del momento para organizar la vida comunitaria y llevar a cabo la misión recibida de Jesús, por lo que la Iglesia tuvo que modificar y enriquecer los elementos e instituciones del derecho secular de entonces, es decir, el derecho romano. Y es así, subrayó el arzobispo, que a lo largo de los siglos “la ciencia canónica” ha podido desarrollar su “propio sistema jurídico” vinculado a los sistemas seculares, pero siempre conservando “su propia identidad y en coherencia con el cumplimiento de la “ley divina”.
La flexibilidad del derecho no es debilidad
“El derecho canónico es, por tanto, – puntualizó Peña Parra – un instrumento para llevar a cabo la misión de la Iglesia”, asegurando la consecución de la justicia en casos concretos en el seno de la comunidad cristiana. En este contexto, el prelado vaticano recordó el último discurso del Papa Francisco a la Rota Romana en el que afirmaba con fuerza que «las respuestas estándar a los problemas concretos de los individuos son perjudiciales. Cada uno de ellos, con su experiencia a menudo marcada por el dolor, constituye para el juez eclesiástico la “periferia existencial” concreta de donde debe moverse toda acción judicial pastoral». Por ello, el arzobispo Parra añadió que “la flexibilidad del derecho canónico no representa, en efecto, una debilidad del sistema de justicia, siempre que se aplique de manera razonable y bajo la guía de criterios de verdad”.
Intervenciones legislativas de Francisco
El Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaria de Estado del Vaticano destacó las diferentes intervenciones legislativas del Papa Francisco para mejorar la “eficacia del sistema jurídico” comenzando por el Motu proprio Mitis Iudex Dominus Iesus, del año 2015, sobre el tema de los procesos matrimoniales, una decisión “que fue impulsada, sobre todo, por razones puramente pastorales, vinculadas a la necesidad de responder a la realidad cambiante del contexto social”.
En cuanto a la Constitución apostólica Episcopalis Communio, del 2018, que reformó la actividad y procedimientos del Sínodo de los Obispos, Peña Parra indicó que el Santo Padre modificó la estructura de la institución con el objetivo ampliar la interacción sinodal en el gobierno pastoral de toda la Iglesia, donde “el Pueblo de Dios es convocado en Sínodo”. Por último, el prelado se refirió a la Praedicate Evangelium con la que Francisco reforma la Curia Romana y que “más allá del evidente nuevo perfil organizativo del texto promulgado, la principal novedad de la Constitución apostólica se refiere a la puesta en práctica de la impronta evangelizadora y misionera de la Curia”.
Un lugar de encuentro entre la Iglesia y el mundo
El prelado vaticano concluyó su ponencia hablando de sistema jurídico canónico y su adaptación, por razones históricas, a los instrumentos jurídicos de los Estados de derecho: “El Derecho se convierte en un lugar de diálogo con el mundo”, de enriquecimiento mutuo y abierto al Evangelio, pues el anuncio, tarea primordial de los discípulos, “perdería su esencia si no estuviera orientado hacia el mundo exterior a la Iglesia”.
Luego de enumerar las distintas formas en que el ámbito jurídico es un instrumento de intercambio y enriquecimiento entre la Iglesia y a la sociedad secular, Peña Parra abordó tres aspectos del derecho procesal canónico a través de los cuales la jurisprudencia eclesiástica podría llevar el anuncio del Evangelio: la verdad, “valor último a alcanzar en el proceso”; la atención particular al caso concreto, pues para la ley de la Iglesia es fundamental la primacía de la persona humana; y la capacidad de la sentencia para convencer a las partes, lo que en el modelo canónico también atañe a la persuasión “en conciencia”.
“Tanto la sociedad civil como la Iglesia dedican no pocas energías a cumplir la tarea de administrar justicia hacia sus ciudadanos o fieles. En el contexto canónico, esta tarea se realiza no sólo persiguiendo lo que es verdadero y justo, sino también cumpliendo la misión particular de anunciar el Evangelio. Y el anuncio, presentado a través del pensamiento del Papa Francisco, se actualiza en la aplicación de los principios de comunión, misión y sinodalidad”, concluyó el prelado vaticano.
Acto de inauguración
La jornada contó como de costumbre con la participación de jueces, magistrados, abogados, médicos, psicólogos y peritos, entre otros especialistas vinculados a la administración de justicia eclesiástica, así como profesores de las diversas universidades de la provincia valenciana.
Entre las autoridades de las instituciones judiciales, académicas y eclesiásticas de la Comunidad Valenciana, asistieron los Obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina; la consejera de Justicia, Gabriela Bravo; la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Pilar de la Oliva; el presidente de la Diputación de Valencia, Antoni F. Gaspar; Fernando de Rosa, senador; el Coronel Juan Palau Tur, del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de Valencia; los rectores de la Universidad Católica de Valencia (UCV), José Manuel Pagán, y de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH), Vicente Navarro de Luján y la rectora de la Universitat de València (UV), Vicenta Mestre.